Bueno, ya estamos aquí, más contentos y orgullosos que la
mar salada.
He conseguido por fin enterarme un poco de qué va esto del fondant. Me encanta,
y en momentos como los actuales con crisis, malas noticias y malos rollos, me
ayudan a pasar el tiempo y crearme ilusiones, que para algo van a venir ya los
Reyes Magos, y pasando de Papá Noël, que para eso estamos en España, diferente,
pero no nos queda más remedio que tragar con lo que tenemos en esta nuestra
tierra patria.
Me pongo como loco, a buscar alguna plantilla, ya que sin
plantillas a parte del indio no podemos hacer mucho, y bueno, la cuestión es
obsequiar a los demás con el buen quehacer que acabamos de aprender, y además
!qué lote de tartas me voy a poder dar¡¡¡¡¡¡¡
Después de mi primera
tarta, que la pobre al tener que ir en una caja, solita ella, se aplastó su
lazo, y además de tener que esperar unos días para ver si la compartía o no,
por aquello de la Navidad
(je, je, je,..) , pero bueno el caso es que el mono ya comienza
a pegar saltos y a decir que hemos aprendido algo y que ya está bien, que
tenemos que hacer algo.Es entonces, cuando me da por meterme en Internet y
empezar lo que se dice a bichear para ver que hay en la red, y cual es mi
sorpresa, que me encuentro con un maravilloso blog,"El Tartero
Real", al que tengo que reconocer he tenido durante un tiempo como
Biblia, y desde el Sur te doy las gracias amigo Darío, aunque no nos conozcamos
en persona, por haberme enseñado los primeros pasos de bizcochos, cremas,
trucos, etc.
Sin estar seguro, comienzo a preparar un bizcocho Madeira
Sponge Cake, a saber lo que iba a salir, preparo un "ganache de
chocolate", intento hacer, que he de reconocer que no me salió del todo
bien, un "Swiss Meringue Buttercream", en fin, que quería quedar bien
con mi mejor amigo y su familia, y quería sorprenderlos, con lo que comencé mi
primera andadura por este divertido y ameno mundo de la repostería creativa.
Intento seguir las
instrucciones para dejar lisa la superficie del bizcocho, que sin
con el papel film, que si con el calor de la palma de la mano, que con el
alisador de fondant..., bueno que lo hice lo mejor que pude, y al final,
(chapucero, yo) pensé que como no se iba a ver, pues que seguía para adelante.
El resultado, después de todo, al ser mi primera "Tarta Fondant" en vuelo libre, pienso que no fue tan mal.
Vale muy bien, ahora
empieza la gran locura, ya que esto era una tarta sorpresa, y espontánea, es
decir, que me voy a poner a hacer una tarta, empiezo por el bizcocho, las
cremas, y oh¡¡¡¡, y ahora, ¿cómo la decoro?. Estamos en Navidad, pero tampoco
es que haya podido hacer un gran desembolso para compra de materiales y
utensilios. Bueno pues, cual lienzo de pintura empiezo a colocar colores y
formas, aprendiendo en esta primera experiencia directa con el fondant, e
incluso me arriesgo e intento dar un toque de color sobre la estrella. Otra
chapuza más, pero la verdad he de reconocer que la tarta fue un éxito, quedó
como decimos por estos lares "guay" y "molona", lo único
que precisamente mi mejor amigo, por temas de salud se quedó con las ganas de
probarla.
Bueno,
otra vez será Paco, y esta vez ya habré hecho algunas tartas, ya se sabe que
"la práctica hace al maestro".
Vamos a esperar a ver si vienen tiempos mejores de salud, y te prometo que nos pegaremos un buen atracón.
Por
el corte se ve la capa de ganaché de chocolate, y el swiss meringue. El almíbar
era de cerezas, y a toda la familia le encantó. A mi me supo a Gloria, el haber
podido confeccionar algo tan rico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Vuestros comentarios alimentan mi blog.