Me llama mi amigo Ismael de la Escuela Oficial de Idiomas, que
había probado uno de los corazones del día de los enamorados, y me comenta que
quiere que le haga una tarta para su hija, que cumple 13 años y le encantan los
perros. Me dice que le gustaría una tarta pero con la cara de un perro, y que
le mande varios diseños para elegir uno.
Busco varios
perrillos y le gustó uno que yo me eché a temblar, ¡Dios mío!, esto es como con
los actores de teatro, pánico escénico, ¿seré capaz de estar a la altura?, ya
que Ismael es un amigo al que aprecio mucho. Bueno pues, manos al perro, y como
tenía previsto el diseño de una tarta para mi hija que había cumplido la misma
edad, en Agosto, y que también es perrófila total, pues mezclé los diseños para
poder hacer esta tarta.
En sabor me
pidieron que no querían algo tradicional de fresa o de vainilla, o crema de
queso, algo que fuera distinto, bueno, pues ya está chocolate con toffee, que
no sé que tiene, ¡yo aún no lo he probado!, pero que a todo el mundo le
encanta.
De momento
cuando le lleva la tarta a la hija, ésta me llama emocionada, ¡que le había
encantado!, estaba emocionadísima, y cuando vio la cara del perrillo que había
elegido no esperaba que fuera tan bonita.
La tarta fue
un éxito en todos los sentidos, tanto estética como de sabor.
Gracias Ismael
por confiar en mí para esta ocasión tan especial, querido amigo.
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