Me llama
mi amiga Merche, la del osito
decibelius, y me dice que le quiere regalar una tarta a su amantísimo esposo,
pero con la forma de una “game boy” (¡cómo! ¿Cómo es una “game boy”?). He de
reconocer que primero sentí en mí como un rechazo, ¿seré capaz? No me veía
preparado, la verdad, pensaba yo, pero no iba a cerrar una puerta que se me
abría, así que para adelante.
Busqué en
casa, que recordaba que tenía una maquinita antigua y no sabía si era una game
boy, así que le mandé un what´s up y le pregunté si era eso a lo que se
refería, y al darme la confirmación, me puse manos a la obra. Ahora quedaba el
bizcocho, que no sabía con qué molde hacerlo, y como tenía uno para hacer
flanes o bizcochos, que era alargado, solucioné el problema. Creo que quedó
bastante bien, y además me dí cuenta que con el fondant, todo es buscar las
vueltas hasta que, como con los ordenadores, logras engañarlo y consigues el
resultado que persigues.
He de
reconocer que no fue difícil, y que me divirtió bastante hacerlo. El bizcocho
era de chocolate, con crema toffee y ganaché de relleno, y con capa de
buttercream de nutella por fuera.
Quedaron
encantados!!!!
¡¡Y fueron
felices y comieron muuucha tarta!!
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