Un día que voy
a casa de mi amigo Paco, el que no pudo probar la tarta en Navidad, me dice
Rosa su señora, que no debe comer dulces, pero que un poco tampoco le va a
hacer daño. Yo que estaba esperando la noticia desde hacía tiempo, no me lo pienso
2 veces.
Cuando vuelvo
la siguiente vez, llevo esta tarta, esta vez con bizcocho Genovesa, que me
gusta bastante para el fondant, además es un bizcocho mucho más suave y jugoso
que el Madeira Sponge Cake, y que además me trae recuerdo de niñez, ya que es
el bizcocho que se ha vendido toda la vida en las panaderías envuelto en una
bolsa de plástico transparente, y que por cierto no me gustaba nada, pero ahora
que he probado con la buttercream y los almíbares, parece la típica jovencita
que cuando se arregla florece.
En fin, acabo
de ver como se hacen las calas, o como le llamamos en mi tierra las trompetas,
y pues por qué no hacer una decoración con flores, unas calas y unas rositas,
ya que tanto su mujer como su hija se llaman Rosa. Pues eso, Genovesa de
chocolate, crema de caramelo y ganaché de chocolate, qué más vamos a poner para
poder pasar un buen rato y que les agrade.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Vuestros comentarios alimentan mi blog.