Me llama Chari,
la hija de mi compañero de trabajo, Antonio, y me dice que necesita un regalo
especial para una amiga. Que dicha amiga cumple 25 años, y quiere simbolizar lo
que es la etapa de la juventud en la que a todos nos gusta divertirnos y
tomarnos nuestras copitas, salir, arreglarnos y sentirnos tan especiales como
únicos.
Le comento que sí, que muy bien
pero cómo lo represento, y qué idea es la que tiene. Me manda una foto de una
tarta con una moña de lazo como colofón. Muy simple, aunque bonita.
Me pongo manos al lápiz y le hago
un diseño que de momento hizo que se partiera de risa, el dibujo, realmente, no
es lo mío, y más aún cuando se trata de un boceto, en el que hay que dar a
entender más que representar.
Bueno, pues de momento, pensé en
el lazo central que fuera grande, y que fuera acompañado en la base por unos
zapatos de fiesta y un vestido de noche, que para ser sexy y atractivo le
pondría de rojo, ya saben la canción aquella, que no me acuerdo de quién era
(quizás Chris de Burgh??), “Lady in red”.
Le digo a Chari que ya tengo
planteada la tarta, y que está prácticamente lista, y me dice aquello de “vale,
pero la barra de labios,….”, Dios, que se me había olvidado. Bueno pues manos a
la tarta y además, por ver como quedaba
hice un collar de perlas, que aunque no son de “majorica” no dejan de
tener buena pinta. Y ya, para acabar le hice unas flores pequeñas como símbolo
del perfume, que siempre va asociado a las flores.
El resultado, espectacular, de
hecho, Chari no se lo esperaba y le gustó mucho. El título, bueno pues se trata
de recoger la idea de una noche de pasión en la que cabría por supuesto un
poco, algo, mucha (¿) lujuria, eso lo dejo a la imaginación de vosotros
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