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miércoles, 28 de mayo de 2014

MI PRIMERA COMUNIÓN



       Se pone en contacto conmigo mi amiga Aline, con la que desde hace tiempo tengo ganas de colaborar, ya que hace unas “mesas dulces” de ensueño. Me dice que necesita una tarta de comunión y para una chiquita llamada Paula, y es morena (que conste), para el sábado día 17 de mayo, y yo, entre que no me doy cuenta que es miércoles, y por lo tanto quedan 2 días, y entre que tengo muchísimas ganas de colaborar con ella, le digo que sí.


       Comienza la maratón!!!!, ¡¡¡me doy cuenta, que sólo tengo 2 días!!!, estress, estress. Comienzo por hornear los bizcochos, y aunque tengo claro el diseño que me ha pedido, no me doy cuenta que los tamaños de los moldes son casi iguales, tan sólo 2 cms de diferencia, es decir ¡¡¡nada!!!, pero como el tiempo pasa y es implacable sólo sé que tengo que cumplir con el encargo, ya que la responsabilidad es muy grande, y el tiempo, especialmente  ahora, es oro.
 
       Me pidió el cuerpo inferior de bizcocho de chocolate con ganaché de chocolate, pero como le comenté, tanto chocolate iba a quedar un poco fuerte, por lo que le indiqué que mejor ponerle una capa de Swiss Meringue buttercream de chocolate blanco con sabor frambuesa, ¡espectacular! (esta vez en vez de hacer el S.M. buttercream con claras de huevo pasteurizadas, como venía haciendo, utilicé claras de huevo, y el resultado no tiene nada que ver, la buttercream que hice, además de por el chocolate blanco, era bastante más firme, con lo que desde aquí digo adiós a las claras pasteurizada, ya que por otra parte al hacer el Swiss Meringue buttercream se pasteurizan al calentarlas al baño maría).

       El bizcocho superior, tenía que ser de vainilla con capas de S.M.B. sabor naranja y ganaché de chocolate negro. 

       Aline, no pudo evitar mandarme un Whatsup desde la comunión, ¡¡le encantó la tarta!!. La satisfacción que sentí fue muy grande al contribuir en ese día tan feliz para cualquier niño. 

       Desde este, mi humilde blog, sólo me cabe decirle a la princesita Paula



¡¡¡MUCHAS FELICIDADES!!!







lunes, 26 de mayo de 2014

UN BOLSO PARA LUCY



       Me llama mi amiga Lucy, a la que he mandado la foto del bolso que le hice a mi amiga Rosa B. y le ha encantado.  Tanto ha sido así, que como su cuñada Angeles cumple años próximamente, se ha decidido a encargarme uno, pero más grande, ya que en un principio van a ser bastante más invitados, y lo van a celebrar en una barbacoa, si el tiempo, cómo no, lo permite.

       Pues sí, el tiempo lo permitió e hizo un día espléndido, aunque con un poco de aire. El tema era reflejar el amor por su cuñada Angeles, a la que adora y por lo tanto tenía que llevar el mensaje escrito en alguna parte. Claro, en un bolso de Chanel, escribir un mensaje es un poco complicado para que no pierda su personalidad y refleje el bolso que quiere ser, así que como había hecho pasta de goma, no se me ocurrió otra cosa que dibujarle una rosa dentro de un corazón hecho de dicha pasta, y colorearla con colores comestibles en polvo. La verdad, quedé muy satisfecho con el resultado y además le pude poner el mensaje que Lucy me había pedido que pusiera “Te queremos”. A su vez, hice una rosa blanca, y para darle un poco de suavidad también la repasé algo con colores comestibles, para que reflejara un poco la natural belleza de la rosa, a la que intento, siempre que hago una, acercarme lo más posible.




       Otra vez, lo rellené a capas, y le puse la buttercream suavizada, craso error, en este caso, con las temperaturas la crema, no cogía consistencia, y no quedé muy satisfecho al cortar la tarta, que por una parte, al ser tan grande, y por otra al estar la crema más suelta, no dejaba que se cortara bien el pastel. 
 

       Estéticamente, por supuesto, ha quedado perfecta, “(pero fallos de la técnica”), la crema ha hecho que se me quite el interés por volverla a utilizar. Desde aquí, mi blog, dónde quiero testificar mis aciertos, y también mis errores, te pido disculpas Lucy. 


       Eso sí, a pesar de cremas y pesares, la tarta estaba deliciosa. Ahí, si que no hubo ni fallos ni problemas, y todos, incluidos mi Señora y yo disfrutamos de la tarta, y la grata compañía con la que nos obsequió mi querida amiga Lucy.












PASO A PASO SWISS MERINGUE BUTTERCREAM



       Esta crema, que también podríamos llamar “crema 1 2 3”, es deliciosa, y es la típica crema de mantequilla que suele ir en tartas y pequeños pasteles. Se le puede llamar 1 2 3, por que los ingredientes se multiplican por dichas cantidades. Esta receta la saqué de un vídeo de Youtube de una señora cuyo nombre es Dyann Bakes, americana ella, que explica como hacerla, y aunque lo explica en ingles, a menos que se sigan las imágenes, y siguiendo las instrucciones que dejo, se puede hacer fácilmente el S.M.B.

       Empezaremos por la clara de huevo, creo que da un mejor resultado las claras naturales de huevo. Pues bien cogeremos la cantidad que creamos que vamos a necesitar, teniendo en cuenta que cuando se montan las claras aumentan mucho de volumen. A dicha cantidad, habrá que sumarle el doble de azúcar y el triple de mantequilla a temperatura ambiente.
  

       Lo primero que haremos será darle calor al baño María a las claras de huevo, yo lo que suelo hacer es coger una cacerola con agua y calentarla y encima le pongo una espátula de madera para colocar encima el cazo en el que pongo las claras, así no entra en contacto el cacharro con el agua, y aunque esta hierva no me cuaja las claras de huevo. Si alguien quiere el baño María autentico tendrá que ir vigilando la temperatura del agua y tener cuidado de que ésta no hierva, ya que si no, corre el peligro de que las claras se cuajen y eso no es lo que queremos.
 

Seguidamente le agregamos el azúcar y unas gotas de limón, y removemos un poco, tampoco es cuestión de estar dale que te pego removiendo, tan sólo de vez en cuando, vigilando que el azúcar se vaya disolviendo en las claras, esto lo comprobaremos dejando caer una gotilla entre los dedos, ya que si está disuelta la gota será líquida, pero si no, notaremos los granillos de azúcar entre los dedos.

Una vez disuelto el azúcar, lo pasaremos al cuenco donde lo vayamos a batir, pero habrá que esperar primero a que se enfríe para que pueda montar el merengue.
 
       Cuando ya esté frío, se coge la batidora que estará temblando de ver la que le queda, comenzamos a batir, al principio con velocidad media, y luego velocidad muy alta, hasta que obtengamos un merengue muy pastoso y que no se nos caiga de las palas de la batidora.

A esta altura la batidora ya está muerta, pero nada, no le hacemos ni caso, la reanimamos un poco y continuaremos, ahora con velocidad media, agregándole al merengue poco a poco la mantequilla a temperatura ambiente y cortada previamente en dados o en porciones pequeñas. Le hacemos la respiración boca a boca a nuestra batidora y continuamos ahora batiendo a velocidad máxima, hasta que veamos que se ha integrado la mantequilla con el merengue, aunque al principio el aspecto puede parecer que no ha dado el resultado deseado, en cuanto cojáis una espátula y untéis un poco, veréis que crema más sedosa y deliciosa os ha quedado, y lista para meter en manga pastelera y rellenar todos los bizcochos que queráis. Y a la batidora le invitáis a una cervecita y veréis como os lo agradece.