Mi amigo
Manuel A. me pregunta si yopodría hacer un ordenador, claro, le contesto. En mi
cabeza comienza a dar vueltas miles de imágenes de ordenador, y mis nervios me
traicionan con el pánico reposteril. Bueno, como de costumbre, cuando tengo un
reto nuevo es inevitable, así que me he acostumbrado, cuando tengo esas
sensaciones, a dejar pasar una noche, así el sueño ordena todo en mi cabeza, y
al día siguiente comienza “el parto creativo”. Mi cabeza no para de buscar
opciones e intentar arreglar miles de dificultades que se puedan presentar.
Afortunadamente,
Manuel me manda varias imágenes de Instagram, y me indica una que le gusta
particularmente, así que manos a la obra. De momento el bizcocho, y, bueno que
me embalo, vamos a seguir por orden.
Manuel A.
tiene una hermana mayor, por cierto, la simpatía personificada, a la cual
adora, y ésta a su vez va a celebrar el 50 cumpleaños de su marido, que también
es adorado por toda la familia. Pues bien, Pedro Luís, que así se llama este
buen hombre, es un forofo de los ordenadores. Sencillamente le encantan, y
dónde hay uno, intenta trastear todo lo que puede.
Pues, el hecho
es que Manuel quiere regalarle la tarta de cumpleaños a su cuñado, y qué mejor
que regalarle una tarta que parezca un ordenador.
Bueno, pues el
caso es que tampoco, la familia quiere chocolate (ALELUYA!!!), así que les
propongo un bizcocho de vainilla, y crema de leche condensada, ganaché de
chocolate negro y crema de Nutella, que es una combinación que a todo el mundo
le encanta.
La pantalla, la hice en RKT
forrada con fondant, aunque he de admitir, que la hice demasiado gorda por lo
que el peso de la pantalla era considerable.
Pero con todo, conseguí realizar
lo propuesto, y el resultado nos asombró a todos, ya que una vez en el lugar
donde se celebró el evento, se puso la tarta en una repisa cerca de otros
ordenadores y realmente, si no te fijabas bien, no te dabas cuenta de que era
una tarta.
Para mí fue una satisfacción
enorme, y la hermana de Manuel, cuando ya me iba le comenté que ya me diría que
le parecía de sabor, y su respuesta fue rotunda “de momento ya me ha
encantado”.
Muchas gracias Manuel A. por
confiar en mí para realizar esta tarta. Y por supuesto muchas felicidades
para Pedro Luís, aunque va con algunos meses de retraso.