Ya están
acabando las fiestas navideñas en España, y ya se sabe que los Reyes Magos son
el colofón con el que todo termina, incluidas las vacaciones de los niños, que
deben retomar sus clases.
De siempre ha
habido un dulce que ha pesar de lo goloso que soy, ha podido conmigo, ya que
por su sabor, aún siendo de los que se compran en lugares de renombre, y siendo
de buena calidad, llega un momento que me hastía, sí, esa podría ser la
palabra. Es decir, que con un poco de este dulce ya tengo más que suficiente
hasta el año siguiente.
Bueno pues,
este año, mira por donde, tengo ganas de probarlo, pero claro como en estas
fechas por circunstancia estoy solo, no me apetece comprar un roscón, aunque
sea barato, para comerme mi porción anual, así que decido que cuando tenga a
mis dos catadoras oficiales juntas les voy a hacer uno, pero claro como ya han
pasado las fechas no he encontrado la fruta escarchada, así que hemos tenido
que conformarnos con dátiles deshuesados. Me pongo a buscar recetas, pero como
es un dulce que llevo tiempo queriéndolo hacer y le tengo mucho respeto, me
decido por una receta de Youtube de un canal que se llama “postres decorados”,
y en el que sale una señora que explica las cosas de una manera amena. El enlace para verlo es este:
http://www.youtube.com/watch?v=pM8p5mOP_kc
Así que
manos a la obra.
Lo primero que
hay que hacer es una “masa madre”, no, que nadie se asuste, tan sólo es un
pequeño paso que hay que hacer y consiste en coger:
·
15ml
de leche templada
·
20grs.
de levadura, pero fresca de panadero, no vale la levadura química en polvo
normal que se le pone a los bizcochos.
·
2
cucharadas soperas de harina
·
1
cucharada sopera de azúcar
Pues bien, se echa en la leche la
levadura, y se remueve hasta que se disuelva, una vez disuelta se añada la
harina y el azúcar, se remueve un poco, y se deja descansar tapado en un lugar
cerrado. Te vas al bar a tomarte un cafelito, si es la hora, si no, te tomas
una cerveza con tapa y sueñas con el desayuno que te espera con el roscón. Es
decir, tómate tu tiempo y relájate, que el trabajo del roscón es lentísimo.
Cuando veas que ya ha fermentado la levadura, yo en mi caso, comencé el proceso
a las 16.00 hs, fui a comprar y me olvidé del roscón. A las 21.00hs, me acordé
que tenía que añadirle los siguientes elementos.
·
300grs.
de harina
·
50grs.
de mantequilla a temperatura ambiente
·
60grs.
de azúcar.
·
50ml.
de leche templada
·
1
huevo
·
1
cucharada generosa de ron
·
2
cucharadas generosas de agua de azahar
·
Ralladuras
de una naranja y de un limón
·
1
pizca de sal
·
1
cucharada sopera de miel (opcional), que a mi se me olvidó
Ponemos la harina en un cuenco, y
le añadimos la mantequilla, amasamos, mejor con las manos, hasta que la harina
haya absorbido toda la mantequilla. Una vez llegado aquí, comenzamos a
agregarle los demás ingredientes, no hace falta ni remover, ponemos la masa
madre, luego el huevo, el azúcar, el ron, agua de azahar y las ralladuras, que
yo en este caso, como lo vi hacer en un vídeo cogí una naranja y la pelé, hice
lo mismo con un limón, y con el azúcar de la receta cogí y las metí en un molinillo
y listo, ya tenía preparadas las ralladuras. Se echa la sal y se remueve todo
un poco hasta que se vaya haciendo una masa, a la que se le va añadiendo poco a
poco la leche templada. (Por Dios!!!, qué complicado de explicar, con lo fácil
que es luego todo).
Una vez obtenida una bola de masa,
se amasa en un lugar firme, pero esta vez intentando voltear la masa y
golpeándola, para que coja elasticidad. Se amasa entre 5 y 10 minutos, y se
deja que descanse la masa, tapándola en un lugar cerrado, (yo para esto utilizo
el horno).
Cuando veamos que ha duplicado su
tamaño, es el momento de hacer otra vez una bola, a la que abriremos un agujero
en el centro, que agrandaremos lo más posible, ya que luego cuando crezca en el
horno puede que hasta se cierre. Le damos una capita de huevo batido, para que
se dore y coja un color bonito, se le añade almendras fileteadas, o picadas, al
gusto del consumidor, y se coge un poco de azúcar a la que se le añade unas 2 o
3 gotas de agua y se le pone por encima esparcida, y al horno a 180º durante
unos 15 a
20 minutos.
Cuando esté listo, se deja enfriar
y se rellena bien con nata, o con cabello de ángel, o crema pastelera, o lo que
a uno le venga en gana.
El sabor no tiene nada que ver con
los que venden, no sé qué palabra le pega más si “delicioso” o “Exquisito”. Lo
que sí tengo claro es que no voy a esperar a Reyes para volver a comerlo.