Llega San
Valentín. Algunos conocidos que les había comentado mi afición a las tartas,
empiezan a comentarme que qué pensaba hacer para esta fecha, para poder
celebrarlo con sus parejas.
Comienzo a
pensar y recordaba de cuando era pequeño unos dulces y tartas que había visto
en revistas americanas, y que por aquel entonces era complicado de hacer en
casa, ya que tengo que admitir que ha llovido demasiado desde entonces.
Encuentro
comentarios de un bizcocho que se llama “RED VELVET” (TERCIOPELO ROJO), y que
siempre se acompaña con una crema de queso. Desafortunadamente no encontraba la
receta por ninguna parte, y pensé que quizás era el Madeira S.C. de marras pero
con más colorante rojo. Pues bien comienzo a hacer bizcochos y me pongo a
buscar la receta de la crema de queso. ¡No podía imaginar que esta crema
estuviera tan buena! Aunque engorda de diseño, es decir, ¡tela marinera!
la tarta preciosa y de sabor muy buena
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